iv reich-"cárceles" de "condena" a los inmigrantes indocumentados

La Alemania nazi construyó a partir de 1940 varios Campos de concentración y un campo de exterminio en Ausch witz, que, al igual que el resto de los campos de concentración, eran manejados por las Schutzstaffel (SS) dirigidas por Heinrich Himmler.
Auschwitz I fue el centro administrativo de todo el complejo. Fue fundado el 20 de mayo de 1940, a partir de barracas de ladrillo del ejército polaco. Los primeros prisioneros del campo fueron 728 prisioneros políticos polacos de Tarnów. El campo fue utilizado inicialmente para internar miembros de la resistencia e intelectuales polacos; más adelante llevaron allí también prisioneros de guerra soviéticos, prisioneros comunes alemanes, elementos antisociales y homosexuales. Desde el primer momento llegaron asimismo prisioneros judíos. El campo albergaba generalmente entre 13.000 y 16.000 prisioneros, alcanzando la cifra de 20.000 en 1942.
La entrada de Auschwitz I tenía las palabras Arbeit macht frei, «el trabajo hace libre». Los prisioneros del campo salían a trabajar durante el día para las construcciones o el campo, con música de marcha tocada por una orquesta. Dicha inscripción fue robada por cinco desconocidos el viernes 18 de diciembre de 2009 y recuperada por la policía apenas cuatro días después.2
Las SS generalmente seleccionaban prisioneros, llamados kapos, para supervisar al resto. Todos los prisioneros del campo realizaban trabajos, y excepto en las fábricas de armas, el domingo se reservaba para limpieza, duchas, y no se asignaba trabajo. Las durísimas condiciones de trabajo, unidas a la desnutrición y poca higiene, hacían que la tasa de mortalidad entre los prisioneros fuera muy grande.
Auschwitz II (Birkenau) es el campo que la mayor parte de la gente conoce como Auschwitz. Allí se encerró a cientos de miles de judíos y allí también se ejecutó a más de un millón de deportados y decenas de miles de gitanos.
El campo está ubicado en Birkenau, a unos 3 km de Auschwitz I. La construcción se inició en 1941 como parte de la Endlösung (solución final). El campo tenía una extensión de 2,5 km por 2 km y estaba dividido en varias secciones, cada una de ellas separada en campos. Los campos, al igual que el complejo entero, estaban cercados y rodeados de alambre de púas y cercas electrificadas (algunos prisioneros utilizaron las cercas electrificadas para suicidarse). El campo albergó hasta 100.000 prisioneros en un momento dado.
El objetivo principal del campo no era el mantener prisioneros como fuerza laboral (como era el caso de Auschwitz I y III), sino su exterminio. Para cumplir con este objetivo, se equipó el campo con 4 crematorios con cámaras de gas. Cada cámara de gas podía recibir hasta 2.500 prisioneros por turno. El exterminio a gran escala comenzó en la primavera de 1942 como resultado de la aceleración de la Solución Final tratada en la Conferencia de Wannsee.

Dicen los medios burgueses que lo que está sucediendo en Hungría es un regreso al pasado. en alusión a la época comunista. Ya quisieran muchos húngaros retomar ese pasado.
Comer, no comerán mucho en los campos de trabajo donde piensan enviar a los desempleados. ¿Instalarán en ellos, hornos crematorios para eliminar a los improductivos parados? Todo puede ser en este regreso a épocas hitlerianas.
La constitución húngara anula el derecho de huelga y obliga a parados a emplearse en campos de trabajo, pero la UE sólo ha cuestionado lo referente a la competencia del Banco Central.
Fuente:http://jmalvarezblog.blogspot.com/

Medio centenar de personas, convocadas por la Plataforma de inmigrantes en Madrid (PIM) se han manifestado hoy para pedir el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES) al considerarlos «cárceles» de «condena» a los inmigrantes indocumentados.
A la manifestación, que ha discurrido con gran presencia policial, se han adherido organizaciones de inmigrantes y de defensa de los derechos humanos, como FERINE, KOIN, Mesa plurinacional, Movimiento panafricano, Foro de Sao Paulo, sindicato STEM, plataforma de mujeres y el colectivo Arte Total.
Víctor Sáez, portavoz de la PIM, ha denunciado la «vulneración sistemática de derechos» que diariamente, a su juicio, se producen en los CIES, además de la falta de atención sanitaria que sufren las mil personas que, según sus cálculos, se encuentran «retenidas» actualmente en estos centros.
Sáez ha reclamado la derogación de la Ley de Extranjería, que, según ha dicho, «es la que habilita la opción de los CIES».
La concejala socialista y portavoz del distrito de Latina, Noelia Martínez, ha asegurado que los CIES «ya no responden a una necesidad real» y ha dicho que «no es de ley que por el mero hecho de no tener papeles algunos ciudadanos estén recluidos como si hubieran cometido el mayor de los delitos».
«Se trata a los ciudadanos que no tienen papeles de una manera que no es correcta. No son el recurso adecuado, debemos avanzar», ha concluido la concejala.
Los convocantes han leído un manifiesto en el que han insistido en sus críticas a «la represiva Ley de Extranjería», porque «permite la privación de la libertad de las personas que tan sólo han cometido una infracción administrativa: residir en nuestro país sin la requerida autorización»